Máquina chupa cerebros
Por Forastero
Sentados frente a nuestros teclados, observando la pantalla de la computadora de escritorio, o bien la portátil. Presenciamos algo que podría llamarse un estilo de vida, entre los niños, adolescentes, jóvenes adultos y los mismos adultos. Pasamos a nuevas épocas, donde el medio que une distancias, viejos amigos y conocidos, se hace presente dentro de la red. Las noticias circulan por todo el mundo, a pocos segundos de haber sido captadas. Gente común se da a conocer a través de vídeos en la red ante millones de usuarios.
Pero esto todo lo sabemos. Como lo televisión lo viene haciendo desde su creación y adaptación, el Internet viene siguiendo el mismo patrón. Pero si bien, con el primero, no se tenía un contacto más que con la pantalla estática. En la red se logra una interacción, sobre todo en las redes sociales. Entre la gran parte de los adolescentes, se ha vuelto fundamental tener dicha herramienta para socializar, hablemos de Facebook, Twitter, Skipe, por nombrar los más conocidos.
Pero como lo dije antes, esto todo lo sabemos. Mientras que para los padres, el ver a sus hijos frente a la máquina, es como una situación inútil de estar frente a un televisor, para los jóvenes se abre una constante de posibilidades de interacción virtual, que en tiempos ochenteros, describirían como el futuro, donde los seres humanos se volvían inútiles, y todo lo hacían mediante simulación virtual. Si bien aún no llegamos a esos extremos, bien es cierto que mandamos a navegar nuestra mente, sin sofisticados cascos virtuales.
La película Matrix plantea un mundo dominado por las máquinas, donde permanecemos conectados con un tubo pegado a la nuca, el cual alimenta a la computadora central, para seguir inyectando datos a los humanos, y se vuelve un circulo. Quizá estos no sean momentos tan alarmantes ¿Quién lo puede decir? ¿Que se viene para las nuevas generaciones, que de siete y ocho años, empiezan a tener su cuenta en redes sociales?
Tampoco hablaré como un predicador, que advierte categóricamente que el mundo se va a acabar, o que las máquinas se levantarán y nos esclavizarán para siempre, solo soy un testigo más de los cambios, de la nostalgia que produce los tiempos en que se podía uno enviciar con la televisión, y no estar al alcance de los extraños en Facebook o el Messenger (Este último, dicen las malas lenguas, a punto de desaparecer). Pero la juventud siempre ha estado en duda por los mayores, tal vez solo nos hacemos viejos y pensamos que lo mejor era en nuestra época de esplendor y cero preocupación. Mientras la gente mayor me dirá que los niños solían salir a correr y divertirse en los parques por mucho tiempo con actividades sumamente entretenidas como apedrear pájaros o poner ranas en las mochilas de las niñas, mientras ahora se lo dedican a la máquina, al menos a ella no le dicen chupa cerebros como lo hacían con la caja atontadora que es la televisión.
No todo es tan negro y desesperanzado, la ventaja para el que le da otro enfoque a la red. Es la capacidad de encontrar los más variados títulos de películas, libros, obras de arte; que antes ni en sueños podríamos lograr apreciar. La ventana hacía un gran contenido cultural, bibliográfico, inclusive páginas espirituales, nos pone en una cuestión de enfoque, lo mismo que la televisión si se busca el material apropiado para disfrutar.
Pero no hablemos de los filósofos y cultos, también hay buen contenido para cinefilos, amantes de los comics, que tienen un gran tesoro dentro del mundo virtual. Las noticias como lo dije al principio, viajan más rápido que antes.
Entonces quedamos en las mismas, el Internet puede ser tan bueno como tan absorbente si se le permite, sin él Internet no hubiera podido publicar esta columna para que más gente la pueda leer, así que...Tiene sus cosas buenas.
Sentados frente a nuestros teclados, observando la pantalla de la computadora de escritorio, o bien la portátil. Presenciamos algo que podría llamarse un estilo de vida, entre los niños, adolescentes, jóvenes adultos y los mismos adultos. Pasamos a nuevas épocas, donde el medio que une distancias, viejos amigos y conocidos, se hace presente dentro de la red. Las noticias circulan por todo el mundo, a pocos segundos de haber sido captadas. Gente común se da a conocer a través de vídeos en la red ante millones de usuarios.
Pero esto todo lo sabemos. Como lo televisión lo viene haciendo desde su creación y adaptación, el Internet viene siguiendo el mismo patrón. Pero si bien, con el primero, no se tenía un contacto más que con la pantalla estática. En la red se logra una interacción, sobre todo en las redes sociales. Entre la gran parte de los adolescentes, se ha vuelto fundamental tener dicha herramienta para socializar, hablemos de Facebook, Twitter, Skipe, por nombrar los más conocidos.
Pero como lo dije antes, esto todo lo sabemos. Mientras que para los padres, el ver a sus hijos frente a la máquina, es como una situación inútil de estar frente a un televisor, para los jóvenes se abre una constante de posibilidades de interacción virtual, que en tiempos ochenteros, describirían como el futuro, donde los seres humanos se volvían inútiles, y todo lo hacían mediante simulación virtual. Si bien aún no llegamos a esos extremos, bien es cierto que mandamos a navegar nuestra mente, sin sofisticados cascos virtuales.
La película Matrix plantea un mundo dominado por las máquinas, donde permanecemos conectados con un tubo pegado a la nuca, el cual alimenta a la computadora central, para seguir inyectando datos a los humanos, y se vuelve un circulo. Quizá estos no sean momentos tan alarmantes ¿Quién lo puede decir? ¿Que se viene para las nuevas generaciones, que de siete y ocho años, empiezan a tener su cuenta en redes sociales?
Tampoco hablaré como un predicador, que advierte categóricamente que el mundo se va a acabar, o que las máquinas se levantarán y nos esclavizarán para siempre, solo soy un testigo más de los cambios, de la nostalgia que produce los tiempos en que se podía uno enviciar con la televisión, y no estar al alcance de los extraños en Facebook o el Messenger (Este último, dicen las malas lenguas, a punto de desaparecer). Pero la juventud siempre ha estado en duda por los mayores, tal vez solo nos hacemos viejos y pensamos que lo mejor era en nuestra época de esplendor y cero preocupación. Mientras la gente mayor me dirá que los niños solían salir a correr y divertirse en los parques por mucho tiempo con actividades sumamente entretenidas como apedrear pájaros o poner ranas en las mochilas de las niñas, mientras ahora se lo dedican a la máquina, al menos a ella no le dicen chupa cerebros como lo hacían con la caja atontadora que es la televisión.
No todo es tan negro y desesperanzado, la ventaja para el que le da otro enfoque a la red. Es la capacidad de encontrar los más variados títulos de películas, libros, obras de arte; que antes ni en sueños podríamos lograr apreciar. La ventana hacía un gran contenido cultural, bibliográfico, inclusive páginas espirituales, nos pone en una cuestión de enfoque, lo mismo que la televisión si se busca el material apropiado para disfrutar.
Pero no hablemos de los filósofos y cultos, también hay buen contenido para cinefilos, amantes de los comics, que tienen un gran tesoro dentro del mundo virtual. Las noticias como lo dije al principio, viajan más rápido que antes.
Entonces quedamos en las mismas, el Internet puede ser tan bueno como tan absorbente si se le permite, sin él Internet no hubiera podido publicar esta columna para que más gente la pueda leer, así que...Tiene sus cosas buenas.
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