Roma, a colores

Teo Cuenca

A pesar de que Roma, la cinta de Alfonso Cuarón, está en blanco y negro, mis recuerdos de las escenas están a colores, con tenues tonos sepia. El traje del profesor Zovek lo veo perfectamente en rojo. La ropa de los estudiantes y los halcones las veo en café, azul cielo, los colores que predominaban en la ropa de la época. Vemos la textura y tonos de piel.
La narrativa visual de Cuarón me trasladó a los sitios, a los momentos, aún sin haberlos vivido a mis 35 años.
El imaginario colectivo, que le llaman, que se siente en la piel. La injusticia de otro tiempo, que es la injusticia de nuestro tiempo. El PRI en el poder. La impotencia por la pérdida de los que llevan ya muchos años muertos por la represión de la época. Que a la vez son como los que han muerto hace tan poco.
El recuerdo de Cuarón se vuelve parte de nuestros recuerdos. Todos en México alguna vez tuvimos contacto con alguna trabajadora doméstica; en mi caso una familiar era trabajadora doméstica. Es algo tan cercano. Es algo que tenemos tan cerca pero que la mayoría no alcanzamos a comprender, hasta que llega Cuarón y nos pellizca con su cinta Roma, “¡hey, despierta!”.
Una realidad vigente. Un México reprimido en todos los sentidos, político, social y humano.
Luego, llegamos a la escena del rancho. Mi esposa, con su sensibilidad única como la gran cronista que es, supo ver esa diferencia de clases unida por una delgada línea: Los campesinos  peleando las tierras al rico hacendado, al cacique. Pero la misma gente del pueblo trabaja para el poderoso. Son los mismos que les sirven, que apagan el fuego que quema sus tierras, mientras ellos dan las indicaciones con sus copas en las manos. Hasta los niños sofocan las pequeñas flamas.
Cuarón escribió una crónica de sus memorias y las convirtió en imágenes, en un pedazo de recuerdo colectivo.
Ahora recuerdo Roma y recuerdo todo como si lo hubiera vivido. Un México tan vigente y ahora, tan esperanzador, pero a la vez existe una pequeña incertidumbre, pese a todo, tan acostumbrados a perder lo que nos pertenece, como el pueblo, como los estudiantes, como la libertad.

Foto: Twitter Alfonso Cuarón 

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